sábado, 5 de mayo de 2012

MELENDI EN CONCIERTO

 EL SUPERHÉROE DE LA MÚSICA

Suena una dulce intro de piano cuando...es interrumpida por un llanto, el llanto de un niño pequeño, recien nacido, un parto. El parto. Así comenzó el Capitán Astur su concierto la pasada noche del viernes en la Sala París 15. 

Después de más de 7 horas de espera en la cola, conseguimos entrar a la sala París15 donde nada más entrar nos regalan unos tubos florescentes y una malla para el brazo lleno de tatuajes. Empezamos bien. El concierto empezó rigurosamente a las 22:00 como indicaba la entrada. 

Desde el minuto uno Melendi hizo del escenario su particular cenizero por el que a lo largo de casi dos horas de intensa acutación se fue quemando hasta quedar esparcido por los suelos. Esto último literalmente.

Después de un cañero comienzo con el parto, como hemos dicho (y de felicitar a los malagueños por la Champions, sabe como conectar con su público), el crack continuó con Volvamos a empezar, hasta que llegó uno de los puntos álgidos del concierto con su último gran éxito: Barbie de extrarradio

A lo largo del concierto fue cantando e interpretando canciones para los que solo escuhan los éxitos de radio (Piratas del bar Caribe, Canción de amor caducada...) para los que solo han escuchado el último disco (Cierra los ojos, Entre la ropa sucia de cupido...), para los que lo seguimos desde siempre (Loco, Arriba Extremoduro...) o para toda persona (Caminando por la vida, Hablando en plata, Con la luna llena, Kisiera yo saber...)

Durante el concierto fue interpretando sus canciones como solo Melendi lo sabe hacer: saltando y corriendo de forma incansable, agotadora e imposible de igualar. Ese es su poder, su directo. ¿Su secreto? Esta claro, el no trabaja, el disfruta como un niño durante sus actuaciones. Él disfruta como uno más. No se puede decir otra cosa de una persona que se pasa dos horas corriendo, saltando, cantando y gritando, todo empapado en sudor, y sin perder ni un solo momento una sonrisa entusiasta y de felicidad con su trabajo y su resultado. Yo nunca había visto una sala tan entregada al directo. Esta claro que nos encontramos ante unos de los mejores momento del cantante de corazón asturiano.

Desde el escenario hizo notar que es una persona campechana, sencilla, humilde y cercana. Tanto que hizo instalar una extensión al escenario para estar más cerca de su público, de sus "guerreros", al que no dejó de darles las gracias al final de cada canción, de responderles a sus cantos, de animarlos continuamente y de recibir vítores por parte de estos constantemente. Se vivieron momentos mágicos de simbiosis entre el escenario (digo el escenario y no solo Melendi porque gran parte de la mágia de esto también lo tienen los músicos, entre ellos, a destacar el gran José de Castro, Jopi, presentado por Melendi como "el que maneja las cuerdas, el titiritero, el artífice de todo esto") y el foso. Para terminar, Melendi, se sacó un as de la manga, una canción que nadie se esperaba... Volvió a traficar. No pienso describirlo (tampoco puedo), pero para mí, fue la mejor canción y actuación de la noche. INCREIBLE.

Una noche llena de mágia en que Melendi nos llevó de la mano a la calle la pantomima, nos recordó que estaba loco, borracho, perdido, que se encontraba cansando de ser el triste violinista que esta en tu tejado, que era un pirata en un bar caribe, que no quedaban canciones como las de extremoduro, que caminó y camina por la vida, que se consume como una vela (esta también uno de mis momentos preferidos del concierto), que volvió a traficar y volvió a empezar...

Infinitas emociones en una sola noche.

Gracias¡




















1 comentario:

  1. Tal y como lo describes te entran ganas de ir al concierto... :)

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